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La creciente necesidad de alimentos hipoalergénicos para mascotas ha generado una respuesta significativa en el mercado, con los fabricantes adaptándose lógicamente a esta demanda. Sin embargo, el actual Reglamento (2020/354) presenta imprecisiones que afectan la efectividad del etiquetado hipoalergénico, ya que no responde a exigencias reglamentarias claras, lo que conduce a abusos generalizados en la industria.
Una tendencia reciente, como la promoción de alimentos «sin cereales», choca con la realidad de que las principales causas de alergias en mascotas suelen ser las proteínas animales. Incluso marcas que se autodenominan «mono proteicas» a menudo incorporan diversas fuentes de proteínas, como salmón y trucha, acompañadas de patatas y guisantes. Este exceso de variedad plantea interrogantes sobre la autenticidad de las afirmaciones de hipoalergenicidad.
El mercado ha llegado al punto de ofrecer piensos con ingredientes tan exóticos como camello o canguro. Pero, ¿es realmente factible cumplir con la promesa de ser hipoalergénico en estas circunstancias? En algunos casos sí, y en este artículo exploraremos detalladamente qué categorías de alimentos realmente merecen llevar la etiqueta de hipoalergénicos, basándonos en propiedades respaldadas científicamente y beneficios demostrados.
Dos Grandes Categorías de Alimentos Hipoalergénicos
1. Proteínas «Nuevas» con una Sola Fuente de Carbohidratos:
Este enfoque busca elaborar alimentos con proteínas que el animal no haya consumido previamente, reduciendo así la probabilidad de desencadenar una reacción alérgica. Sin embargo, según un estudio, la contaminación cruzada en las fábricas de producción, que supera el 80%, cuestiona la efectividad de estas dietas para reducir alergias.
2. Hidrolizados de Proteínas y Carbohidratos:
Esta categoría implica someter las proteínas a un proceso de fragmentación, convirtiéndolas en péptidos más pequeños. Aunque la hidrólisis parcial puede decepcionar en un 20-50% de los casos debido a la presencia irregular de proteínas de alto peso molecular, estudios (1,2,3) recientes revelan que en cerca del 75% de los alimentos examinados para intolerancias y alergias, contienen ingredientes no declarados o proteínas de alto peso molecular, lo que no se menciona en las etiquetas. Los alimentos con hidrolizados profundos, a base de soja, hígado de pollo o incluso plumas de aves, ofrecen mejores resultados.
Uso de Hidrólisis Profundo: Plumaje de Aves en Alimentos Hipoalergénicos
A diferencia de lo que podría pensarse al encontrar ingredientes como «hidrolizados de plumas de aves», estos no son residuos directos de plumas en la dieta de las mascotas. Las plumas se utilizan como un concentrado de aminoácidos, componentes esenciales de las proteínas.
Estos aminoácidos, extraídos de las plumas mediante hidrólisis profunda, se utilizan en medicina humana para elaborar alimentos intravenosos, demostrando su seguridad y eficacia. En la medicina veterinaria, se han purificado para crear alimentos suficientemente hidrolizados, reduciendo la probabilidad de alergias en mascotas.
Estudios y Eficacia
En pruebas con animales alérgicos al pollo, se observó que el 95% de las proteínas en alimentos con plumas de aves hidrolizadas eran extremadamente pequeñas, con un 88% de aminoácidos simples. Comparado con alimentos que contenían hígado de pollo, el cual causó recaídas en un 40%, los alimentos con plumas hidrolizadas no provocaron ninguna recaída, demostrando ser efectivos en dietas de exclusión.
Consejos Prácticos para los Consumidores
Cuando elijas un alimento hidrolizado, busca aquellos con hidrólisis extensa para evitar fragmentos que puedan afectar a tu mascota. En el caso de alimentos con «proteínas nuevas», verifica rigurosamente su etiqueta hipoalergénica y solicita pruebas de laboratorio que respalden la calidad de sus materias primas y procesos para evitar contaminación.
En conclusión, la proliferación de productos etiquetados como hipoalergénicos en el mercado se debe, en parte, a la confusión regulatoria. Sin embargo, con conocimientos informados, los dueños de mascotas pueden tomar decisiones más acertadas para la salud de sus animales, desmitificando las etiquetas y comprendiendo los procesos detrás de los ingredientes.